Fase 1: Fase Lectiva (3 meses)

Durante los tres primeros meses vivirás un tiempo de formación intensa y vida comunitaria, centrado en tu encuentro personal con Cristo y en el discernimiento de tu vocación como discípulo misionero.
Esta primera etapa está orientada a profundizar en tu fe y en tu relación con Dios, a través de la oración, la enseñanza y la vida sacramental.

Los principales temas que se abordan son:
Relación personal con Dios: Aprenderás a cultivar una vida de oración más profunda y constante, alimentada por la Eucaristía y la Palabra. 

Naturaleza y Carácter de Dios : Descubrirás cómo es realmente el Señor, su amor de Padre y su misericordia que transforma nuestra vida.

Sanación interior: Vivirás procesos de reconciliación y liberación interior, dejando que el Espíritu Santo sane las heridas del corazón.

Dar testimonio de fe: Aprenderás a compartir tu historia y la acción de Dios en tu vida con alegría y sencillez.

Formación bíblica y doctrina cristiana: Profundizarás en las Sagradas Escrituras , liturgia y los sacramentos.

Liderazgo cristiano y vida fraterna: Crecerás en virtudes, madurez humana y capacidad de servicio, aprendiendo a vivir en comunión con los demás.

Durante esta fase, el Señor te irá modelando y preparando para la misión, fortaleciendo tu fe y tu corazón de apóstol.

Fase 2: Fase Práctica (2 meses)

Tras el tiempo de formación, llega el momento de salir a la misión. Durante dos meses vivirás una experiencia profundamente eclesial y misionera, en la que pondrás al servicio del Evangelio todo lo que has recibido en la fase lectiva.

Misión: Viajaremos a diferentes destinos para poner en práctica lo aprendido, viviendo el Evangelio y compartiéndolo con otros.
Proyectos misioneros: Participarás en diversas actividades, desde evangelismo hasta servicio comunitario, contribuyendo activamente en la transformación de las personas y comunidades.
Trabajo en equipo: Serás parte de un equipo de misión, donde aprenderás a trabajar en conjunto, aplicar principios de liderazgo y resolver retos en el campo.
Desarrollo de liderazgo: A medida que enfrentes situaciones reales, fortalecerás tu habilidad para liderar, servir y guiar a otros en su caminar cristiano.
Evangelización a través de los talentos: Serás formado para anunciar el Evangelio desde tus propios dones —arte, danza, teatro, canto, rap, medios digitales— poniéndolos al servicio de la Iglesia.

La EDE no es solo una escuela, sino un camino de encuentro con Cristo vivo, una experiencia que transforma, renueva y enciende el corazón.
Es una oportunidad para escuchar la voz de Dios, fortalecer tu fe, descubrir tu vocación y compartiendo el amor de Dios a través de tu vida y servicio.

“Además hay que acompañar especialmente a los jóvenes que se perfilan como líderes, para que puedan formarse y capacitarse. Los jóvenes que se reunieron antes del Sínodo pidieron que se desarrollen «programas de liderazgo juvenil para la formación y continuo desarrollo de jóvenes líderes” (Papa Francisco Christus vivit 245).

La próxima Escuela de Discipulado y Entrenamiento (EDE) se impartirá entre septiembre de 2026 y febrero de 2027.